mi imperio romano, como no podía ser de otra manera porque sólo soy una chica, es una comedia romántica. en concreto, la mejor comedia romántica jamás producida (según el único y exclusivo criterio de la persona que escribe esta carta): la boda de mi mejor amigo.
jules y michael tenían un pacto, uno que siento que todas hemos hecho con algún amigo más o menos en serio. y es que si a los 28 seguían solteros se casarían entre ellos. en mi caso la primera víctima fue mi amigo nacho, que cuando teníamos 24 me prometió que sería a los 30 y después fue retrasando la edad sin que yo me diera cuenta hasta que por fin encontró a belén y se libró de seguir dándome largas.
antes de cumplir los 28, michael conoce a kimberly y se enamora perdidamente de ella. kim es joven, guapa, rica y encantadora. quiere dejar la universidad para casarse con michael y poder acompañarlo en sus viajes mientras él trabaja como periodista de béisbol.
yo, por supuesto y por motivos que espero no dejar tan explícitamente claros en este texto, soy team jules. así que todo lo que encarna kimmy me parece estúpido por principio: que quiera casarse a los 20 años, que quiera dejar la universidad, que quiera perseguir a su novio por todo estados unidos para que él cumpla el gran sueño americano de encontrar propósito en un oficio. hasta su corte de pelo y las perlas de sus orejas me ponen en el disparador.
ocurre que cuando michael llama a jules para invitarla a su boda, ella enloquece de celos y se planta en chicago con la intención de sabotear el matrimonio como sea. pero entonces aparece en escena george, su querido amigo gay que está dispuesto a subirse a un avión para hacerse pasar por el prometido de ella pero también para acompañarla cuando todos los planes de jules se vayan al traste. george es el verdadero corazón de la película, la única persona cuerda en esta historia y el gran maestro al que todas deberíamos escuchar.
pero esta no es una comedia romántica al uso (alerta spoilers): nuestra querida jules no sólo no consigue separar a los tortolitos sino que termina reconciliándose con la idea de que su mejor amigo está enamorado de otra persona y poniéndose el traje de dama de honor para comer perdices con los recién casados. es decir, la protagonista termina sola pero feliz.

como ya ha quedado claro, mi espejo en esta película es jules. soltera, independiente, un poco neurótica, a veces egoísta. si kim es la luz, jules la sombra. si kim es la perfección, jules la diversión. jules es la opción difícil, dispuesta a lo que sea por ganar la devastadora batalla de ser elegida, por demostrar que el único final posible es junto a ella. suena horrible, lo sé porque escribirlo también da mucha vergüenza.
el caso es que si tú, como yo, te sueles ver en la posición de jules, déjame compartir contigo algunas de las lecciones que nos regala george en esta película y que intento llevar como norma en esta absurda vida de adulta soltera que me ha tocado interpretar:
¿de verdad le quieres?
¿o es sólo que no soportas perder? jules jura y perjura que ha pasado los últimos nueve años enamorada de su mejor amigo michael, pero que no se había dado cuenta hasta que vio que él iba a elegir a otra. no sé si esta es una pregunta que se puede responder de manera sincera en plena neurosis de celos, pero creo que vale la pena por lo menos intentarlo.
durante los seis años que yo estuve enganchada a mi ex atravesé distintas fases. la mayor parte del tiempo la pasé ahogada en la idea de que no sentía nada por él, que el único motivo por el que no lo arrancaba de mi vida era esa amistad tan tierna que estábamos amasando desde nuestra ruptura. más hacia el final me di cuenta de que sí, había una pequeña posibilidad de que lo que me estuviese atando al mismo suelo que él fuera una sensación pesada de esperanza en los tobillos.
bite the bullet
es decir, tírate a la piscina. en algún momento del bucle discursivo de jules, george se rinde: está bien, ¿de verdad lo quieres? entonces díselo. ¿y qué hara él?, pregunta ella. elegirá a kim, responde él.
uno de los consejos implícitos en esta escena es que encuentres al menos un amigo como george, dispuesto a darte un empujón hacia las arenas movedizas pero también a sujetar la cuerda mientras te hundes en el barro. listo para arrastrarte con todas sus fuerzas hacia fuera cuando hayas terminado de enfangarte.
yo tenía a mi amiga nieves, pero jamás reuní el valor para sincerarme con él. me culpé durante un tiempo por la cobardía, pero mirando atrás me doy cuenta de que él se había encargado de dibujar con cuidado unos anillos invisibles a su alrededor, que permitían que yo siguiera orbitando sobre su centro pero que nunca se podían atravesar.
¿y a ti quién te persigue?
nuestra protagonista, más valiente que todas nosotras juntas, le declara a michael su amor y le planta un beso unas horas antes de la boda. la pobre kim se encuentra de cara con el pastel y sale corriendo. y michael detrás de ella. y jules detrás de michael. entonces george formula la pregunta definitiva: ¿y a ti quién te persigue? nadie, ¿te das cuenta?
a veces creo que esta es la única pregunta que hay que hacerse en casi cualquier situationship. en una ocasión se la hice directamente a mi ex, que durante la mayor parte del tiempo que pasamos siendo amigos tenía otra novia. le dije que me sentía como julia roberts en esa escena de la boda de mi mejor amigo en que él persigue a su novia y julia lo persigue a él. le dije: ¿y a mi quién me persigue?
no sé bien qué le estaba reclamando, pero hay que tener poca vergüenza. tampoco recuerdo qué me respondió (porque no es esto lo que hay que decirles chicas, por favor revisitad el punto anterior).
seguro que habrá baile
al final, cuando michael y kim se casan con la bendición de jules, george nos recuerda lo más importante de todo: que después del barro la vida sigue. que quizás las cosas no salieron como esperábamos. que quizás no habrá matrimonio, quizás no habrá sexo… pero por dios, seguro que habrá baile.
the moment i wake up, before i put on my makeup 🎶
Amo esta movie, tambien soy jules constantemente dandome cuenta que nadie me persigue.
Todavia me pasa, y cuando elijo no seguir persiguiendo a alguien, me quedo sola un momento y luego ahi baile.