parece que el llamamiento del último post funcionó bastante bien, así que aquí va otra vez: me gustaría llegar a 500 suscriptores antes de que el blog cumpla un año, cosa que ocurrirá el 11 de mayo (sábado, casualmente). si me sueles leer pero no estás suscrito, este es el momento.
es sábado, son las 12:00 de la mañana, estoy tirada en la cama de mi amigo álvaro con el edredón por encima y el ordenador sobre las piernas, las ventanas abiertas de par en par y unas vistas al palacio real de madrid que quién pudiera.
obviamente (o no tanto, no lo sé) no tengo ninguna gana de escribir. lo único que me apetece es meterme a la ducha, lavarme el pelo, ponerme el modelito que eligiera para hoy cuando preparé la maleta, cremita de sol, máscara de pestañas y a la calle.
pero tengo un compromiso conmigo misma, que supongo que son los más importantes, al que he conseguido no fallar en mucho, mucho tiempo. y, aunque tengo planes diferentes para el segundo año de vida del blog, de momento aquí estoy.
de la lista de cosas que he ido apuntando estas semanas en mis notas sobre las que me gustaría escribir la que más gracia me hace y más me apetece abordar hoy, por ligera y porque cuando alvarinchis salga de la ducha seguro que me puede ayudar a completar, es: las ventajas de ser un adulto.
si me preguntas y respondo con sinceridad, hay muy pocas cosas que me parezcan atractivas de la vida adulta. siempre he pensado que ser mi propia autoridad no se me termina de dar bien, por lo terrorífico de tomar decisiones y exponerse al fracaso. también por la interminable lista de responsabilidades de las que nadie te informa y que te pueden poner en situaciones complicadas.
este miedo concreto lo suelo sortear consultando absolutamente todo a un puñado de personas en las que confío para después hacer lo que me da la real gana, solo que más segura (el hecho de que todo el consejo de sabios me diga que por ahí no también puede ser alimento para la certeza del sí).
pero el otro día, tirada en el sofá por la tarde y leyendo un libro y tomándome un helado de lima limón, me di cuenta de que mandar en uno mismo tampoco está tan mal. apunté en mis notas: soy adulta y puedo tomarme un calipo un domingo a las ocho de la tarde si quiero. o por ejemplo ayer, pasaba por tirso y vi unos tulipanes y pensé: soy adulta y puedo gastarme diez euros en unos tulipanes para mi amigo si quiero. ¿es esto lo mejor de ser un adulto?
álvaro se está echando unas gotitas de algo en la cara con el meñique. cuando le pregunto qué hace me dice - cafeína para las ojeras. a lo mejor eso es lo mejor de ser un adulto, la cafeína para las ojeras. vamos a ver qué otras cosas se le ocurren:
no tener que estudiar más por obligación
tener una casa para decorar (aunque a álvaro no le gusta decorar)
poder comprarte unas gafas de sol de palomo si quieres
dormir en casa de tus amigos sin pedir permiso
viajar solo (aunque álvaro nunca ha viajado solo)
salir de fiesta sin hora
jugar a la play hasta las tantas (aunque álvaro no juega a la play)
resulta que todo se reduce a tener dinero y libertad para poder vivir la vida que de verdad quieres vivir, si eres lo suficientemente valiente para ello (aunque álvaro opina que los dos somos un poco cobardes).
No las hay. Ya lo hemos hablado.
coincido al 100% jajajaja para mi ser adulto es exactamente eso: libertad y trabajar para esa libertad. justo el otro día mientras leía tranquila pensaba: que lindoooo no tener que dar ningún examen! JAJAJ saludossss