segundo acto
hoy vengo llena de humildad a contar la historia de un fracaso: el viernes de la semana pasada, pese a toda la reflexión que hice esa misma mañana en el primer acto de esta carta, me rendí al alcohol.
tengo que decir que para mi no fue ninguna sorpresa. suelo pensar en el alcohol como un monstruito pequeño que llevo siempre acostado sobre mi hombro derecho. la mayor parte del tiempo la pasa dormido, pero cuando despierta lo oigo desperezarse. y aquel viernes se despertó en el mismo momento en el que publiqué la carta y me liberé de toda responsabilidad para los siguientes tres días.
tengo que decir también que aquella borrachera no pasó sin pena ni gloria. el dichoso monstruito se apoderó hasta de mi última gota de voluntad y le cedí totalmente el control. por supuesto no recuerdo parte de la noche, y por supuesto me arrepiento de algunas cosas que me han contado que dije. pero todavía estoy intentando perdonarme (porque los demás como de costumbre ya lo han hecho), así que no voy a ahondar mucho más en los detalles.
de este episodio de mi vida saco en claro dos cosas. la primera es que quiero darle una oportunidad más a la sobriedad. no sé en cuál de los 12 pasos de alcohólicos anónimos me situaría ahora mismo, voy saltando de uno a otro sin parar. pero el primero es admitir que somos impotentes ante el alcohol, y la carta de hoy solo es el reconocimiento público de esto mismo.
la segunda es que no estoy tan sola como creía. desde que publiqué la última carta me han escrito varias personas, más o menos allegadas, para compartir conmigo sus experiencias con el alcohol y la sobriedad. desde lo más profundo de mi corazón resacoso, gracias.
para ellas, y para todas las que no me han escrito pero sí se sienten identificadas con algunas cosas de las que expongo, o simplemente quieren restarle poder al alcohol en sus vidas, voy a dejar por aquí las cosas que me han ayudado a mi en otros momentos a abrazar la sobriedad:
algo claro a lo que agarrarte
creo que lo primero y lo más importante es pensar muy bien las razones por las que quieres darle una oportunidad a la sobriedad. no tengo todas las claves, pero sé que tener algo que sale directamente de ti a lo que agarrarte cuando el monstruito ronda es una herramienta poderosa. mi recomendación es que lo escribas en algún sitio.
en mi caso, dejar de beber es una cuestión de recuperar el control sobre mi vida, de construir las herramientas para ser la persona que quiero ser, y no la persona en que el alcohol me convierte. las malas resacas que suelo tener también son un buen motivo para evitar el alcohol, aunque cuando das el primer sorbo es difícil acordarte de eso.
tus angelitos de la guarda
mi consejo aquí es que seas completamente transparente con tus intenciones, las anuncies públicamente y pidas ayuda para mantenerte sobrio.
dije en mi última carta que nadie deja de beber contigo, que tienes que hacerlo solo, y es verdad. pero yo sí he tenido la suerte de rodearme de personas que me han entendido, que han llenado su nevera de cerveza sin alcohol para cuando yo fuera a su casa, que se han ido antes de los sitios solo por acompañarme, que han dado vueltas conmigo de bar en bar buscando uno donde hubiera una 0,0 que me gustara. no han dejado de beber conmigo, pero han hecho mi camino más fácil. y tú también puedes encontrar esos angelitos de la guarda en tu vida.
otra cosa que me ayudó en su momento fue seguir en redes sociales a lo que se llaman sober instagrammers. si en tu grupo de amigos todo el mundo va a seguir bebiendo alcohol, por lo menos puedes encontrar referentes en redes sociales que comparten cada día su camino y en los que te vas a sentir reflejado, que también es importante. mi recovery girl preferida es abi feltham porque comunica todo desde el humor.
en busca de la 0,0 perfecta
entiendo que para muchos el chiste se cuenta solo. yo soy una gran bebedora de cerveza, y también he despreciado la 0,0 o me he burlado internamente cuando he visto a alguien pedir una (a no ser que fuera una persona embarazada, una persona enferma, o una persona que tenía que conducir).
pero os lo digo ya, el truco funciona: poder sujetar en la mano una cerveza, aunque sea sin alcohol, crea una ilusión que te devuelve al grupo y que hace que te sientas parte de nuevo. así que conviértelo en un juego, proponte probar todas las cervezas sin alcohol habidas y por haber como si fueras un experto catador traído al mundo para encontrar la 0,0 perfecta. créeme, las hay buenas: mi preferida es la estrella galicia 0,0 rubia.
si no eres cervecero hay otras cosas que funcionan como gaseosa en vaso ancho con hielo y limón, kombucha, cócteles vírgenes. cualquier bebida que no sea agua, un refresco o un zumo debería ayudar.
un sistema de recompensa
otra cosa que me ha ayudado en mis periodos de sobriedad han sido las apps. yo uso quit drinking, que simplemente cuenta cuánto tiempo llevas sin beber, cuánto dinero has ahorrado en ese tiempo, cuánto alcohol has evitado, cuáles son tus récords y todo ese tipo de cosas.
es exactamente igual que las apps para dejar de fumar y parece una tontería, pero que alguien te ponga una medallita de vez en cuando por estar siendo disciplinado con tus decisiones da un subidón de energía que te ayuda a seguir.
*p.s. si estás atravesando un momento similar y quieres compartirlo, puedes contactarme de forma privada respondiendo a este e-mail o escribiéndome un mensaje en instagram: @charlottemoira. me haría muy feliz que nos hiciéramos compañía en el camino.
Mucho ánimo Carlota, poco a poco 🐜❤️
Ánimo Char! El camino del éxito no es recto 💪💕